La menopausia, un periodo inevitable en la vida de muchas mujeres, trae consigo una serie de transformaciones físicas que van más allá de los conocidos sofocos y cambios en el suelo pélvico. Un reciente estudio de la Sociedad Norteamericana de Menopausia, ha revelado un aspecto poco explorado pero significativo: el aumento del riesgo de dolor crónico en mujeres durante esta etapa. En particular, nos enfocaremos en dos manifestaciones comunes y a menudo subestimadas: el dolor pélvico y lumbar. A lo largo de este artículo, te hablaremos de las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento relacionadas con estas molestias, para brindarte una comprensión más profunda y empática de este aspecto poco discutido de la experiencia menopáusica.
¿Qué es el dolor pélvico y lumbar?
El dolor pélvico y lumbar es una afección que se caracteriza por la presencia de dolor en la zona inferior del abdomen (pelvis) y en la espalda baja. Este puede ser constante o intermitente, y puede variar en intensidad, desde leve hasta severo.
Causas del dolor pélvico y lumbar en la menopausia
Las causas del dolor pélvico y lumbar en la menopausia son variadas y suelen estar relacionadas con los cambios hormonales o problemas ginecológicos. Te los comentamos mejor a continuación:
Cambios hormonales
La disminución de los niveles de estrógenos durante la menopausia causa una disminución de la lubricación vaginal, lo que puede provocar dolor durante las relaciones sexuales o molestias a nivel general. Además, esto debilita los músculos del suelo pélvico, aumentando el riesgo de prolapso uterino, por ejemplo.
Problemas ginecológicos
Problemas ginecológicos
Algunos problemas ginecológicos, como la endometriosis, la adenomiosis o el cáncer de útero, también pueden causar dolor pélvico durante la menopausia. La endometriosis es una afección en la que el tejido que normalmente se encuentra dentro del útero crece fuera de él y puede ser diagnosticada mediante el uso de un dispositivo intrauterino DIU.
Te recomiendo leer el artículo: La salud del útero y los ovarios.
Problemas de vejiga o intestino
Las infecciones de vejiga, la incontinencia urinaria o los problemas intestinales, como el estreñimiento o la diarrea, también pueden causar dolor pélvico.
Otros problemas
Otras causas de dolor pélvico en la menopausia incluyen la ciática, la fibromialgia o el síndrome del intestino irritable. La ciática es un dolor que se siente a lo largo del nervio ciático, que se extiende desde la parte baja de la espalda hasta la pierna. La fibromialgia es un trastorno que causa dolor muscular generalizado. El síndrome del intestino irritable es un trastorno que afecta el sistema digestivo y puede causar dolor abdominal, diarrea, estreñimiento o ambos.
Retención de líquidos
La retención de líquidos, especialmente en el área abdominal, contribuye de manera severa a malestares en la zona lumbar.
Síntomas de dolor pélvico y lumbar en mujeres
Problemas ginecológicos
Algunos problemas ginecológicos, como la endometriosis, la adenomiosis o el cáncer de útero, también pueden causar dolor pélvico durante la menopausia. La endometriosis es una afección en la que el tejido que normalmente se encuentra dentro del útero crece fuera de él y puede ser diagnosticada mediante el uso de un dispositivo intrauterino DIU.
Te recomiendo leer el artículo: La salud del útero y los ovarios.
Problemas de vejiga o intestino
Las infecciones de vejiga, la incontinencia urinaria o los problemas intestinales, como el estreñimiento o la diarrea, también pueden causar dolor pélvico.
Otros problemas
Otras causas de dolor pélvico en la menopausia incluyen la ciática, la fibromialgia o el síndrome del intestino irritable. La ciática es un dolor que se siente a lo largo del nervio ciático, que se extiende desde la parte baja de la espalda hasta la pierna. La fibromialgia es un trastorno que causa dolor muscular generalizado. El síndrome del intestino irritable es un trastorno que afecta el sistema digestivo y puede causar dolor abdominal, diarrea, estreñimiento o ambos.
Retención de líquidos
La retención de líquidos, especialmente en el área abdominal, contribuye de manera severa a malestares en la zona lumbar.
Síntomas de dolor pélvico y lumbar en mujeres
La menopausia trae consigo una serie de síntomas físicos, y entre ellos, están el dolor pélvico y lumbar, aunque poco comentados, son una dolencia compartida por muchas mujeres. Comprender los matices de estos síntomas es esencial para abordar y aliviar las molestias que acompañan esta fase de la vida:
Persistencia incómoda
Uno de los síntomas más destacados es el dolor pélvico persistente. Afectando la región inferior del abdomen, este dolor puede variar en intensidad, ya sea en un mismo día, en periodos más largos o en intervalos muy cortos. Muchas veces es descrito como puntadas severas.
Cambios en la sensación
Algunas mujeres describen sensaciones de presión, tirantez o incluso sensibilidad al tacto en la zona pélvica.
Rigidez y molestias
El dolor lumbar durante la menopausia puede manifestarse como una sensación de rigidez en la parte baja de la espalda. Esta molestia puede dificultar la movilidad y afectar las actividades diarias.
Radiación del dolor
En algunos casos, el dolor lumbar irradia hacia las caderas y las piernas, amplificando el impacto en la calidad de vida diaria.
¿Es preocupante el dolor bajo vientre en la menopausia?
Las causas por las que un dolor en el bajo vientre se desarrolla no son siempre graves o que deban preocupar en gran medida. Si el dolor es leve y desaparece por sí solo en un mismo día, no es motivo de preocupación. Sin embargo, si el dolor es severo, constante o empeora con el tiempo, es importante consultar a un médico para descartar cualquier causa subyacente grave. Es decir, antes de lanzarte a conclusiones catastróficas, analiza como te sientes, cuando te sientes así y trata de entender lo que te está pasando. Te recomiendo que visites algún Ginecólogo en Granada, particularmente aconsejo los servicios ofrecidos por la Dra. Escudero.
¿Qué hacer si presento dolor pélvico y lumbar en la menopausia?
Si presentas dolor pélvico y/o lumbar continuo y estás pasando por la menopausia, lo primero que debe hacer es consultar a un médico para que pueda determinar la causa del dolor. El médico le hará una historia clínica y un examen físico, y en algunos casos, solicitar pruebas de diagnóstico, como una ecografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Tratamiento para el dolor bajo vientre y lumbar
Este tipo de afecciones llegan a ser problemáticas, preocupantes y disminuir la calidad de vida de quienes las padecen, pero existen una variedad de enfoques de tratamiento que buscan aliviar dichas molestias y mejorar la calidad de vida de las mujeres que las presentan. Algunos de los cuales son:
Ejercicio regular
La actividad física regular, como caminar, nadar o practicar yoga, fortalece los músculos pélvicos y lumbares, reduciendo la intensidad y frecuencia del dolor.
Fisioterapia
La fisioterapia especializada proporciona ejercicios específicos y técnicas de estiramiento diseñadas para aliviar el dolor y mejorar la flexibilidad.
Técnicas de relajación
La práctica regular de técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, ayudan a reducir la tensión muscular y aliviar el malestar.
Terapia psicológica
Abordar el componente emocional del dolor a través de la terapia contribuirá significativamente a la gestión global del malestar.
Antiinflamatorios no esteroides
Medicamentos como el ibuprofeno pueden proporcionar alivio temporal del dolor y reducir la inflamación.
Tratamientos hormonales
En algunos casos, la terapia hormonal es recomendada para equilibrar las fluctuaciones hormonales que contribuyen al dolor durante la menopausia.
Calor localizado
La aplicación de calor local, ya sea mediante almohadillas térmicas o baños calientes, consigue aliviar la tensión muscular y mejorar el confort.
Consejos para el dolor de pelvis y lumbar en la menopausia
Si te encuentras actualmente sufriendo de dolores lumbares y/o pélvicos y ya no sabes que más hacer, no te estreses. Te dejamos aquí algunos consejos que seguro te ayudarán en tu día a día, aliviándose dichas molestias sensaciones:
Hidratación adecuada
Mantenerse bien hidratada es fundamental para la salud general y puede ayudar a reducir la retención de líquidos que contribuye al malestar abdominal.
Alimentación consciente
Incluir alimentos con propiedades antiinflamatorias en la dieta, como el brócoli, la manzana, los cítricos o el apio, ayudan, claramente, a reducir la inflamación y aliviar el dolor.
Posturas corporales saludables
Adopta posturas corporales adecuadas al sentarte y al levantar objetos para disminuir la presión en la región lumbar y pélvica.
Apoyo social y emocional
Compartir las experiencias con amigos, familiares o grupos de apoyo brindará un espacio para la expresión emocional y el intercambio de consejos prácticos. Los dolores continuos ponen a las personas bajo un mayor riesgo de desarrollar depresión o trastornos como la ansiedad. Si sientes que estás lidiando con mucho y necesitas ayuda, pídela.
Consulta médica regular
Mantener un seguimiento regular con profesionales de la salud te permite ajustar el plan de tratamiento según tus necesidades individuales y del momento, asegurando un enfoque personalizado y efectivo.
Conclusión
En conclusión, el dolor pélvico y lumbar en la menopausia es una realidad que no debe ser pasada por alto. Más allá de los cambios hormonales, estas afecciones afectan la calidad de vida de las mujeres en esta etapa de transición. Desde las incomodidades del dolor muscular hasta las complejidades del dolor pélvico, es crucial reconocer la diversidad de síntomas que pueden surgir. La conciencia y la comprensión de estas experiencias son fundamentales para garantizar un envejecimiento saludable y pleno para todas las mujeres en su viaje a través de la menopausia.