El cáncer de mama es una de las enfermedades oncológicas más prevalentes a nivel global, con un impacto significativo en la salud pública. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de cáncer representa el 16% de todos los cánceres femeninos y es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en muchas regiones del mundo.
Hoy en día, cuando el cáncer de mama se detecta en etapas tempranas, las posibilidades de curación superan incluso el ****90%. Sin embargo, el desconocimiento, el miedo y la falta de acceso a servicios médicos en algunas regiones siguen siendo barreras importantes para su diagnóstico oportuno.
En este artículo, estaremos profundizando en todos los aspectos relevantes acerca del cáncer de mama y los tratamientos más efectivos y las estrategias de prevención que pueden reducir el riesgo de desarrollarlo.

¿Qué es el cáncer de mama?
El cáncer de mama es una enfermedad en la que las células de la glándula mamaria sufren mutaciones genéticas, con un crecimiento descontrolado. Estas células anormales pueden formar un tumor maligno con la capacidad de invadir tejidos cercanos y, en casos avanzados, diseminarse a otros órganos (metástasis).
La mayoría de los cánceres de mama se originan en los conductos galactóforos (lo que se conoce como cáncer ductal), que son los que transportan la leche hacia el pezón, o en los lobulillos (cáncer lobulillar), que son las glándulas productoras de la leche.
Los tumores benignos no son cancerosos, no invaden otros tejidos y no representan un riesgo vital, mientras que los tumores malignos son cancerosos, pueden crecer de forma agresiva y extenderse a otras partes del cuerpo.
Algunos tumores dependen de hormonas como el estrógeno o la progesterona para crecer. Otros presentan la sobreexpresión de la proteína HER2, lo que los hace más agresivos. Y los tumores de tipo “triple negativos” no tienen estos receptores, lo que limita las opciones de tratamiento disponibles para ellos.
Tipos
Carcinoma ductal in situ (CDIS)
Esta es una forma de cáncer temprana y no invasiva en la que las células cancerosas están confinadas a los conductos mamarios. Si no se trata, este puede pasar a un cáncer invasivo.
Carcinoma ductal invasivo (CDI)
Este es el tipo más común, que constituye alrededor del 80% de los casos, y se disemina desde los conductos hacia el tejido mamario circundante.
Carcinoma lobulillar invasivo (CLI)
Esta clase cáncer comienza en las glándulas productoras de leche (lobulillos) y representa entre el 10 y el 15% de los casos de cáncer de mama.
Cáncer de mama inflamatorio
Este tipo de cáncer es poco común pero agresivo, causa enrojecimiento, hinchazón y calor en la mama.
Cáncer de mama triple negativo
Esta clase cáncer no tiene receptores de estrógeno, progesterona ni de HER2, por lo que es más difícil de tratar, pero sí responde a quimioterapia.
Cáncer de mama con receptores hormonales positivos
Este cáncer depende de hormonas como el estrógeno para crecer, por lo que se trata con terapia hormonal.
Cáncer de mama HER2 positivo
Este cáncer presenta un exceso de la proteína HER2, lo que acelera su crecimiento, y se trata con terapias dirigidas contra HER2.
Causas y factores de riesgo
Genética y antecedentes familiares
Las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 aumentan significativamente el riesgo (hasta un 70% de probabilidad de desarrollar cáncer de mama). También influyen los antecedentes familiares de cáncer de mama, ovario o próstata, y los síndromes hereditarios como Li-Fraumeni o Cowden.
Edad y sexo
El riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad, especialmente después de cumplir los 50 años, y aunque es poco común, los hombres también pueden desarrollarlo, constituyendo el 1% de los casos.
Factores hormonales naturales
Algunos factores que influyen son la menarquia temprana, cuando la primera menstruación se da antes de los 12 años, la menopausia tardía, cuando sucede después de los 55 años, el nunca haber estado embarazada, o que el primer embarazo suceda después de los 35 años.
Terapia hormonal sustitutiva (THS)
El uso prolongado de estrógenos y progesterona en la menopausia aumenta el riesgo.
Obesidad alimentación
El exceso de grasa corporal, sobre todo después de la menopausia, eleva los niveles de estrógeno, así como las dietas altas en grasas saturadas y bajas en fibra.
Consumo de alcohol y tabaco
El beber más de 3 bebidas alcohólicas por semana puede incrementar el riesgo de cáncer de mama, mientras que el fumar está asociado con varios tipos de cáncer, incluido el de mama.
Sedentarismo y falta de ejercicio
El realizar actividad física regular reduce el riesgo de cáncer de mama hasta en un 25%.
Exposición a radiación
La radioterapia previa en el tórax puede aumentar el riesgo, por ejemplo, al tratar linfoma.
¿Cómo se empieza a sentir el cáncer de mama?
Señales visibles y tempranas
Se debe prestar atención si se siente un bulto duro e indoloro en la mama o axila, cambios en la piel (hoyuelos, enrojecimiento o descamación), o retracción del pezón.
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Síntomas menos evidentes
Dolor de pezones persistente, secreción del pezón (especialmente con sangre), o asimetría reciente en las mamas.
Síntomas en etapas avanzadas
En etapas avanzadas, se puede sentir dolor óseo (si hay metástasis en los huesos), pérdida de peso sin causa aparente y dificultad para respirar (si afecta los pulmones).
Diagnóstico y pruebas médicas
Autoexploración mamaria
Se recomienda que el autoexamen se realice al menos una vez al mes después de que se experimente la primera menstruación, y permite detectar cambios tempranos.
Mamografía
Esta es una radiografía especializada para detectar anomalías, y se recomienda a partir de los 40 a 50 años, dependiendo del país.
Ecografía mamaria
Este examen de imagen es un complemento para la mamografía, especialmente en mamas densas.
Biopsia
Se realiza la extracción de tejido para su análisis en el laboratorio, lo que ayuda a confirmar si hay células cancerosas.
Resonancia magnética (RM)
Este examen se usa en casos de alto riesgo o cuando ya es necesario evaluar la extensión del cáncer.
¿Qué tipos de tratamientos existen para el cáncer de mama?
Lumpectomía (tumorectomía)
Es una cirugía que consiste en la extracción de solo el tumor y un margen de tejido sano, que es ideal para tratar tumores pequeños y localizados, y suele ir seguida de radioterapia.
Mastectomía
Esta cirugía consiste en la extirpación completa de la mama, puede ser unilateral o bilateral (en casos de alto riesgo genético), y las opciones suelen incluir una reconstrucción mamaria inmediata o diferida.
Biopsia de ganglio centinela
Se extraen los ganglios linfáticos más cercanos al tumor para así verificar si es que hay diseminación.
Radioterapia
Se usan rayos X de alta energía para así destruir las células cancerosas residuales, por lo que esta terapia se aplica después de la cirugía para reducir el riesgo de recurrencia, y sus posibles efectos secundarios incluyen fatiga y enrojecimiento de la piel.
Quimioterapia
Se usan medicamentos citotóxicos que destruyen las células de rápido crecimiento, y se usa antes de la cirugía como neoadyuvante para así reducir el tamaño del tumor, o después de la cirugía como adyuvante para eliminar la células las células residuales.
Terapia hormonal
Es indicada para los tumores con receptores de estrógeno o progesterona activos (ER+/PR+). Los fármacos que comúnmente se usan son Tamoxifeno, que bloquea los receptores de estrógeno y los inhibidores de la aromatasa, que reducen la producción de estrógeno en mujeres. posmenopáusicas. La duración es de entre 5 a 10 años.
Terapias dirigidas
Se dirigen a proteínas específicas como HER2, que está presente en el 20% de los casos. Se usan fármacos como trastuzumab (Herceptin) o pertuzumab, y tiene menos efectos secundarios que la quimioterapia tradicional.
Inmunoterapia
Estimula el sistema inmunológico para atacar las células cancerosas, y es usada principalmente en cáncer de mama triple negativo metastásico.
Medicina de precisión y ensayos clínicos
Se realiza un análisis genómico del tumor para personalizar el tratamiento, y puede involucrar la participación en estudios clínicos para acceder a terapias innovadoras.
¿Qué se puede hacer para prevenir el cáncer?

Detección temprana y chequeos regulares
La autoexploración mamaria mensual se debe hacer a partir de los 20 años, la mamografía anual o bianual a partir de los 40 a 50 años, según las recomendaciones médicas en cada caso, y en las mujeres que tienen un alto riesgo genético se recomienda una resonancia magnética.
Estilo de vida saludable
Se debe llevar una dieta anticancerígena que sea rica en frutas, verduras, fibra y ácidos grasos omega-3, y reducir el consumo de carnes rojas y alimentos procesados. También se recomienda realizar ejercicio físico regular con al menos 150 minutos de actividad moderada por semana.
Se debe controlar el peso, limitar el consumo de alcohol y evitar el tabaco.
Reducción de riesgo en casos hereditarios
Se puede optar por una mastectomía profiláctica o por terapia de quimioprevención.
Lactancia materna
Amamantar por más de 12 meses reduce el riesgo.
Evitar la terapia hormonal prolongada
Se recomienda usar la dosis mínima y por el menor tiempo posible.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿El cáncer de mama siempre presenta síntomas?
No siempre. Algunos casos se detectan solo con mamografía.
¿Existe el cáncer de mama en hombres?
Sí, aunque es raro (menos del 1% de los casos).
¿A qué edad se recomienda la primera mamografía?
Generalmente a los 40-50 años, pero depende del riesgo individual.
¿Cuál es el tipo de cáncer de mama más común?
El carcinoma ductal invasivo (80% de los casos).
¿Qué tan curable es el cáncer de mama?
Depende de la etapa, pero la tasa de supervivencia a 5 años es del 90% si se detecta temprano.
¿Cómo saber si el cáncer de mama ha hecho metástasis?
Mediante pruebas de imagen (TAC, RM, gammagrafía ósea).
Te esperamos en la Clínica ginecológica de la Dra. Escudero
Si crees estar experimentando síntomas relacionados con el cáncer de mama, te invitamos a visitar nuestra clínica dirigida por la Dra. Escudero Turpin, una reconocida ginecóloga en Granada, con más de 15 años de experiencia en ginecología y obstetricia, siempre comprometida con la salud y el bienestar de las mujeres.
En nuestra consulta, te ofrecemos un enfoque personalizado y de calidad respaldado por la evidencia científica. Desde el control y seguimiento del embarazo hasta la detección temprana de posibles anomalías ginecológicas, estamos aquí para acompañarte en todo momento.
Conclusión
El cáncer de mama es una enfermedad grave, pero la detección temprana salva vidas. Realizar autoexploraciones, mamografías periódicas y mantener un estilo de vida saludable son claves para la prevención. Si tienes dudas o factores de riesgo, consulta a un especialista. La investigación médica sigue avanzando, mejorando los tratamientos y la calidad de vida de las pacientes.