Enfermedad Inflamatoria Pélvica: Todo lo que Necesitas Saber

Dra. Escudero Turpín

Entre las enfermedades que pueden acarrear consecuencias graves para la salud reproductiva de las mujeres, se encuentran las conocidas como enfermedades inflamatorias pélvicas (EIP), consideradas una afección médica que requiere atención especial y concienciación. La finalidad de este artículo es brindar información clara y precisa, donde abordaremos los aspectos más relevantes relacionados con la EIP.

¿Qué es la enfermedad inflamatoria pélvica?

Cuando una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) no es tratada adecuadamente y a tiempo, puede ocasionar serios daños en los órganos reproductores femeninos y desencadenar diversos problemas. Se trata de una infección que afecta los órganos reproductivos femeninos, incluidos los ovarios, el útero, y las trompas de Falopio. Por lo general, ocurre como una complicación de las infecciones de transmisión sexual (ITS) y, aunque puede desarrollarse a partir de una infección vaginal o cervical, mayormente es asociada con patógenos como Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae, conocidas comúnmente como clamidia y gonorrea. 

¿Cómo se clasifican? 

La EIP se puede clasificar de varias maneras, principalmente según la gravedad de la infección y la duración de la misma. Según su evolución clínica se distinguen tres tipos:

EIP aguda

Esta forma de la enfermedad se desarrolla de manera rápida y suele acompañarse de síntomas más severos. Puede presentarse en cuestión de días o semanas.

EIP crónica

Esta variante se manifiesta lentamente y puede persistir durante meses o años. Con frecuencia, los síntomas son menos evidentes, lo que puede llevar a un diagnóstico tardío.

EIP subclínica

También conocida como recurrente, son infecciones repetidas que afectan a la misma mujer, en diferentes épocas.

Tipos de EIP

Dependiendo de los órganos específicos afectados y el origen de la infección, la EIP se puede dividir en varios tipos. Entre los más comunes tenemos:

Endometriosis

La endometriosis consiste en la inflamación del endometrio (capa interna del útero). Los agentes infecciosos causantes de la endometritis pueden ser gonorrea, clamidia, tuberculosis o una combinación de bacterias vaginales normales. Presenta síntomas como dolor uterino, sangrado vaginal anormal, estreñimiento, entre otros.

Miometritis

También conocida como metritis, se trata de una infección de la musculatura uterina que suele aparecer de forma secundaria a la endometritis. Generalmente, está asociada a una infección por la bacteria Arcanobacterium pyogenes.

Salpingitis

Se refiere a la inflamación de las trompas de Falopio, que en oportunidades ocasiona obstrucción y aumenta el riesgo de embarazo ectópico. También provoca esterilidad por alteraciones tubáricas. La causa más común de esta enfermedad es una infección de transmisión sexual (ITS) en la zona genital.

Ooforitis

Llamada también ovaritis, es la inflamación de uno o ambos ovarios.  Algunos factores de riesgo son infecciones de transmisión sexual, abortos, cáncer. La causante de este tipo de EIP es una infección por Streptococcus, Staphylococcus, E. coli y gonococos.

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Parametritis

Es considerada una enfermedad inflamatoria pélvica, ya que es una inflamación del parametrio, que es el conjunto de estructuras que unen el útero a la pelvis. Suele manifestarse después de abortos complicados, partos, operaciones ginecológicas o enfermedades del útero. 

Causas y factores de riesgo

La enfermedad inflamatoria pélvica se origina principalmente a partir de infecciones bacterianas, que ascienden desde la vagina y cérvix hasta llegar a las regiones superiores del tracto genital femenino. Las principales causas incluyen:

Infecciones de transmisión sexual (ITS)

Como mencionamos anteriormente, la clamidia y gonorrea son las bacterias más comunes.

Infecciones bacterianas

Alguna infección vaginal o cervical que se extiende a las estructuras pélvicas. 

Cambios en la flora vaginal

Pueden producirse alteraciones de la flora vaginal ocasionada por patógenos aerobios o anaerobios, y también por el uso excesivo de las duchas vaginales que dañan la flora.

Intervenciones médicas

En pocos casos, las bacterias pueden entrar al tracto reproductivo en procedimientos como abortos o inserción de dispositivos intrauterinos (DIU).

Los factores que incrementan la susceptibilidad a la EIP incluyen:

Actividad sexual sin protección

Al no usar preservativos se aumenta el riesgo de contraer ITS.

Historial de infecciones previas

Si tienes antecedentes de EIP o ITS en el pasado, tu riesgo es más alto.

Múltiples parejas sexuales

A mayor número de parejas sexuales, mayor es la probabilidad de exposición a infecciones.

Lavarse la vagina frecuentemente

Este exceso puede alterar el equilibrio entre las bacterias buenas y las malas en la vagina, enmascarando los síntomas

¿Cómo saber si tengo una enfermedad inflamatoria pélvica?

Los síntomas y signos de la EIP pueden variar en intensidad y muchas veces no ser evidentes en las etapas iniciales, siendo difíciles de reconocer. Algunos signos frecuentes son:

  • Dolor en la parte baja abdominal o pélvica: puede ser constante o intermitente.
  • Dolor durante las prácticas sexuales: un síntoma imposible de ignorar.
  • Dolor o dificultad al orinar: y ganas frecuentes de hacerlo.
  • Fiebre: con frecuencia acompañada de escalofríos.
  • Flujo vaginal anormal: puede ser abundante e inusual en color y tener un olor desagradable.
  • Sangrados anormales: durante y después de las relaciones sexuales. También se presentan sangrados intermenstruales o menstruaciones irregulares.

Diagnóstico de una enfermedad inflamatoria pélvica

El diagnóstico de la EIP se efectúa con una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas específicas. Esto puede incluir:

Examen físico

El médico realizará un examen ginecológico evaluando inflamación, secreciones anormales y signos de dolor; además, ahondará sobre tus hábitos sexuales, antecedentes de infecciones y método anticonceptivo.

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Pruebas de laboratorio

El médico tomará muestras de secreciones vaginales y del cuello del útero. En el análisis del laboratorio se detectarán signos de infección y organismos como la gonorrea y la clamidia. También se puede tomar muestra para biopsia endometrial. Con exámenes de sangre y orina se descarta embarazo y VIH, además se miden los recuentos de glóbulos blancos u otros marcadores de infección o inflamación.

Ecografía

Este estudio utiliza ondas de sonido para producir imágenes donde se observan los órganos reproductivos y detectar posibles abscesos o inflamaciones.

Laparoscopia

En los casos complejos donde el diagnóstico no es claro, se puede necesitar esta intervención quirúrgica menor para observar el tracto genital femenino y obtener biopsias, si es necesario.

¿Cómo tratar la EIP?

El tratamiento de la EIP normalmente implica antibióticos para eliminar las infecciones causantes. Dependiendo de la gravedad del asunto, el tratamiento puede ser:

Ambulatorio

Se recetan antibióticos orales. Es importante tomar el tratamiento completo, incluso si los síntomas mejoran, para garantizar que la infección se elimine completamente; tu pareja también debe tomar el tratamiento y aunque no presente síntomas evidentes, es necesario que lo cumpla al pie de la letra. Asimismo, deben evitar las relaciones sexuales hasta terminar el tratamiento y desaparezcan los síntomas.

Hospitalización

En las situaciones de EIP severa, y que no responda al tratamiento oral, se necesitará antibióticos intravenosos y atención médica más intensiva.

Cirugía

Cuando la EIP causa complicaciones graves, o se formen abscesos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.

¿Cuánto tiempo tarda en curarse?

La duración del tratamiento y la curación puede variar según la gravedad de la infección y la rapidez con que se inicie el tratamiento. En general, y con el tratamiento adecuado, las mujeres comienzan a sentir alivio en unos pocos días, pero puede tomar semanas o incluso meses recuperar completamente la salud, especialmente en casos de EIP crónica. Es fundamental completar todo el tratamiento de antibióticos para asegurar la erradicación de la infección.

Complicaciones que se derivan de la inflamación pélvica

Si no se trata adecuadamente, la EIP puede hacer que se formen abscesos y tejido cicatricial en el aparato reproductor, llevando a graves complicaciones, tales como:

Infertilidad

La EIP es una de las principales causas de incapacidad de quedar embarazada en mujeres jóvenes.

Embarazo ectópico

Las infecciones ocasionan daños en las trompas, aumentando el riesgo de embarazo ectópico en las trompas de Falopio. 

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Dolor pélvico crónico

Problemas persistentes durante meses o años, afectando la calidad de vida. La formación de cicatrices en las trompas de Falopio y otros órganos pélvicos causan dolor durante la ovulación y las relaciones sexuales.

Abscesos pélvicos

Un absceso no tratado, puede desarrollar una infección que pone en riesgo la vida. Normalmente requiere cirugía para su drenaje.

Es importante no subestimar la EIP, hacerlo puede afectar la salud a largo plazo

¿Se puede prevenir?

La prevención de la EIP es posible en la medida en que se reduzca el riesgo de infecciones. Algunas medidas efectivas incluyen:

  • Uso de protección durante las relaciones sexuales: aunque tomes píldoras anticonceptivas, utiliza preservativos cada vez que tengas relaciones sexuales con una nueva pareja. Es la manera de protegerte de la infección de transmisión sexual.
  • Establece un cronograma de exámenes regulares de salud: las revisiones ginecológicas anuales pueden ayudar a descubrir infecciones de manera temprana.
  • Limitar el número de parejas sexuales: esto minimiza la exposición a potenciales infecciones. Pregúntale a tu pareja sobre sus antecedentes sexuales.
  • Educación en salud sexual: conociendo y comprendiendo los riesgos del sexo sin protección puede ayudar a tomar decisiones más informadas.
  • Utilizar condones es la forma de prevenir las ITS. Si presentas alguna enfermedad de estas, recomienda a tu pareja haga el tratamiento contigo. Esta es la manera de evitar la proliferación.

¿Cuándo consultar con un médico?

Si presentas alguno de estos síntomas:

  • Intenso dolor en la parte inferior abdominal.
  • Flujo vaginal anormal y maloliente.
  • Fiebre persistente.
  • Síntomas que interfieren con tu vida diaria, como náuseas y vómitos.

No dudes en buscar atención médica de inmediato, pidiendo tu revisión genecológica en Granada. Un diagnóstico y tratamiento temprano de una infección de transmisión sexual puede ayudar a prevenir la enfermedad inflamatoria pélvica.

Conclusión 

La enfermedad inflamatoria pélvica es una condición seria que puede tener un impacto profundo en la salud reproductiva de las mujeres y en su salud en general. Sin lugar a dudas, la educación y la prevención son fundamentales para reducir los riesgos asociados con esta enfermedad. Recomendamos a las mujeres no descuidar su salud ginecológica, realizar chequeos regulares y buscar atención médica ante cualquier síntoma sospechoso. La Dra. Escudero Turpín es una ginecóloga y obstetra en Granada, con una amplia trayectoria en el área de la salud femenina, dispuesta a brindar una excelente y personalizada atención a todas y cada una de sus pacientes. No dudes en llamarla y concertar una cita. Recuerda que tu salud es primordial.

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