El parto natural es una experiencia que puede ser única y transformar la vida de una mujer. A diferencia de otros tipos de parto, como la cesárea, en este método se prioriza usar una mínima intervención médica, permitiendo que el cuerpo de la madre siga su curso fisiológico natural. Cada vez, más mujeres prefieren tomar esta alternativa, buscando un proceso que sea más respetuoso con su cuerpo, con el proceso natural del parto y con su bebé.
En este artículo estaremos explorando de manera profunda qué es un parto natural, cuáles son los beneficios de este proceso completo, cuál es la duración, cómo puede prepararse una madre que desea un parto natural y cuáles técnicas se pueden utilizar para manejar el dolor. También abordaremos cuáles son los posibles riesgos del parto natural, en qué casos no se recomienda pasar por este proceso y también responderemos a las preguntas más frecuentes acerca de este tema.
¿Qué es un parto natural?
Un parto natural es el proceso de nacimiento en el que se evita recurrir a intervenciones médicas innecesarias, como lo pueden ser la administración de oxitocina sintética, la episiotomía (que es un corte vaginal) o la anestesia epidural, a menos que sean estricta y totalmente necesarias. El parto natural se centra en el respeto al ritmo natural del cuerpo de la madre y de los tiempos del bebé, promoviendo así un ambiente tranquilo y seguro en el proceso.
Aunque a veces se puede llegar a confundir con el parto vaginal, estos no son exactamente lo mismo. Mientras que un parto vaginal puede incluir algunas intervenciones médicas como administración de la epidural, uso de fórceps o inducción del alumbramiento. Por otro lado, el parto natural busca minimizar esta clase de intervenciones, favoreciendo técnicas de relajación, el movimiento libre y un constante apoyo emocional.
Según fuentes médicas, el parto natural sigue las mismas etapas que en un parto vaginal convencional, pero con un enfoque más fisiológico y menos radicalizado.
Te puede interesar: ecografía 4D.
Beneficios
Recuperación más rápida
Al evitar las intervenciones quirúrgicas o el uso de medicamentos fuertes, el cuerpo de la madre se puede recuperar con mucha más facilidad. Las mujeres que optan por un parto natural suelen reportar tener menos complicaciones en el periodo postparto y pueden volver a movilizarse con libertad más rápido.
Mayor contacto de piel con piel con el bebé
El parto natural puede favorecer el vínculo inmediato que se crea en este momento entre la madre y su bebé, ya que no hay sedantes que afecten al bebé. Esto promueve la lactancia materna temprana y ayuda a regular la temperatura y el ritmo cardíaco del recién nacido.
Menor riesgo de complicaciones para el bebé
Al no ser expuesto a medicamentos como la epidural, el bebé nace mucho más alerta y corre menos riesgos de sufrir dificultades respiratorias.
Empoderamiento y satisfacción emocional
Muchas mujeres describen que el parto natural, si bien es una experiencia intensa, les ha sido inmensamente gratificante, pues logran sentir un mayor control sobre su cuerpo y el proceso de parto.
Reducción de intervenciones innecesarias
El parto natural puede reducir el riesgo de cesáreas no planificadas o del uso de instrumentos como fórceps, que pueden aumentar el trauma perineal o incluso causar lesiones o traumas menores en el bebé-
¿Cómo es el proceso?
Trabajo de parto (dilatación)
En la fase temprana, las contracciones irregulares se vuelven más intensas y el cuello uterino se dilata hasta unos 3 a 4 cm. Luego, en la fase activa, las contracciones se hacen mucho más fuertes y frecuentes, sucediendo cada 3 a 5 minutos, y la dilatación avanza hasta unos 7 cm.
Finalmente, en la fase de transición, que es la más intensa, la dilatación se completa llegando a los 10 cm.
Expulsión (nacimiento del bebé)
En esta etapa la madre comienza a pujar de manera instintiva, dejándose guiar por su cuerpo, mientras que el bebé desciende por el canal de parto y nace.
Alumbramiento (salida de la placenta)
Esta etapa ocurre en un rango de entre 5 y 30 minutos después de que se realiza el parto, en el que la madre aún siente contracciones mucho más leves que ayudan a expulsar la placenta.
En un parto natural, la madre puede moverse libremente durante toda la etapa de este proceso, puede adoptar diferentes posturas (como ponerse en cuclillas, de lado, o en cuatro patas) según le acomode y estar recibiendo apoyo emocional constante de su pareja o doula.
¿Cuánto dura un parto natural?
La duración de un parto natural puede variar dependiendo de cada mujer. En las primerizas es más largo, con un periodo de entre 12 y 18 horas (o incluso más), mientras que para las mujeres con partos previos, el proceso toma entre 6 a 8 horas.
El trabajo de parto puede ser más corto que en un parto natural, ya que el movimiento libre y las posturas favorecen el descenso del bebé.
¿Cómo saber si soy candidata?
No todas las mujeres pueden optar por un parto natural, pero sí es recomendable si es que el embarazo es de bajo riesgo (que no tenga complicaciones como preeclampsia o diabetes gestacional), si el bebé se encuentra en posición cefálica (con la cabeza hacia abajo), que es la ideal y si no hay placenta previa u otras condiciones que puedan requerir un parto por cesárea.
Para saber con seguridad si se puede optar por un parto natural, es requerido que un médico o matrona evalúe tu caso.
Te puede interesar: embarazo de riesgo.
¿Cómo prepararse para un parto natural?
Educación prenatal
Se puede optar por asistir a cursos de preparación al parto (como sobre el método Lamaze o el hipnoparto), y es necesario informarse acerca de las etapas del parto y de las técnicas de respiración.
Ejercicio físico adecuado
Se pueden realizar ejercicios que preparan el cuerpo para resistir un parto natural, como la yoga prenatal o realizar caminatas para fortalecer el suelo pélvico.
Plan de parto
Se deben definir las preferencias que ayuden a la madre a estar cómoda, como una luz tenue, música tranquilizadora de su gusto y decidir quién estará presente durante el parto. Además, se debe hablar con el equipo médico sobre el deseo de evitar intervenciones innecesarias.
Métodos para el manejo del dolor
Técnicas de respiración
Se pueden aprender técnicas de respiración lenta y profunda que ayudan a sobrellevar mejor las contracciones.
Hidroterapia
Contar con una bañera de agua caliente puede ayudar a relajar los músculos, e incluso se puede optar por un parto en el agua.
Movimiento y posturas
Caminar, balancearse o adoptar posiciones verticales pueden ayudar a la madre a sentirse más cómoda.
Masajes y presión
Los masajes en la espalda pueden ser de gran ayuda para aliviar el dolor.
Hipnoparto
Para este método, se necesita la ayuda de un experto, y puede ayudar con técnicas de relajación y de visualización.
Desventajas y riesgos del parto natural
Dolor intenso
No todas las mujeres tienen el mismo umbral de dolor, y algunas no son capaces de tolerar el dolor intenso de los partos sin ayuda de analgésicos.
Posibles desgarros
Si el bebé es demasiado grande o el periné de la mamá no se estira lo suficiente, la madre puede sufrir desgarros en sus tejidos.
Cambios de último momento
En caso de complicaciones, puede que lo que se haya planeado como un parto natural termine requiriendo una cesárea de emergencia.
¿Cuándo no es recomendable tener un parto natural?
En caso de que el embarazo sea de dos o más bebés, pues esto puede causar complicaciones. Tampoco es recomendable si se presenta placenta previa, si hay síntomas de sufrimiento fetal o si la madre padece de enfermedades graves.
Te puede interesar: embarazo críptico.
¿Cuándo consultar con un médico?
Si quieres una buena atención puedes acudir a la clínica de La Dra. Escudero Turpín, una reconocida ginecóloga en Granada y obstetra con una sólida formación y una amplia trayectoria en el ámbito de la salud de la mujer en España. Su enfoque se centra en brindar una atención individualizada y de excelencia a cada una de sus pacientes.
Si estás en búsqueda de una clínica ginecológica en Granada donde te brinden confianza y seguridad, no dudes en visitarnos.
Preguntas frecuentes
¿Se puede tener un parto natural después de una cesárea?
Sí, a esto se le llama VBAC (según su nombre en inglés, Vaginal Birth After Cesarean, parto vaginal después de cesárea), pero siempre debe ser evaluado antes por un médico.
¿Duele mucho un parto natural?
El dolor sí suele ser intenso, pero en general se puede manejar con técnicas de relajación.
¿Qué pasa si cambio de opinión durante el trabajo de parto?
Teniendo a un equipo médico cerca, la madre puede cambiar de opinión y solicitar analgesia en cualquier momento.
¿Se puede tener parto natural con epidural?
No, pues por el uso de un medicamento analgésico ya no se considera como un parto natural, pero hay algunas opciones por las que se puede optar como una “epidural light”.
¿Puedo tener un parto natural si mi embarazo es gemelar?
En teoría, sí se puede, pero también puede llegar a ser mucho más complicado y presenta más riesgos. Se debe consultar con un médico para determinar si la posición de los bebés y las condiciones de salud de ellos y de la madre son adecuadas para un parto natural.
¿Qué posiciones son recomendadas para facilitar un parto natural?
Se suelen recomendar posiciones como en cuclillas, de lado o a cuatro patas, que suelen ser las más cómodas para las madres en partos naturales.
Conclusión
El parto natural es una opción segura y beneficiosa para mujeres que llevan embarazos de bajo riesgo. Si bien requiere de una preparación previa y de una buena tolerancia al dolor, este puede ofrecer ventajas como una recuperación más rápida y un mayor vínculo con el bebé desde el primer momento. Sin embargo, es muy importante evaluar cada caso con la ayuda de un profesional y se debe estar abierta a cambios durante el proceso en caso de que surjan complicaciones.
Si deseas tener un parto respetado y fisiológico, el parto natural puede ser una buena opción para ti. Recuerda informarte apropiadamente, prepararte y elegir a un equipo médico que respete y apoye tus decisiones. Con esto, podrás disfrutar de un parto natural en el que sientas por completo el poder que tienes de dar a luz.